el mítico susurro penetra,
se encuentra adornando los montes,
cabalga entre risos de noches.
Y el lúgubre carruaje que tira,
convoca al pasajero del pasado
se mofa en las estrellas que mira
penetra y absorbe el fuego impregnado.
Fugaz?, sincero recuerdo perenne,
Si mi alma alguna vez divaga que te encuentre
Y se encierre en tus besos y en tu locura
en tu pecho, en sed y en tu cintura.
Rosame la vida, apiádate del demente
sé un surco vehemente que danza tierna mente,
y piérdete en mis ojos, en la lejanía de tu camino
y ocultate en la místico del viento tan dañino.
Pero espera, aun hay algo mas...
la música de fondo nos invita a bailar,
Aceptara esta pieza conmigo, y luego escaparas
y seré el atardecer dejándote marchar.